Vuelta al trabajo, vuelta a ti: escribe más (y vuelve mejor)

El regreso post-vacacional suele sonar a listas infinitas, bandeja de entrada repleta y estrés al orden del día. Pero, ¿y si lo miramos de otro modo? Septiembre (o cuando vuelvas) puede ser un reinicio: una oportunidad para recuperar y/ incorporar hábitos que te hacen bien a nivel personal e incluso a nivel profesional. Uno sencillo, tangible y placentero es escribir a mano.

No hablamos de escribir por obligación, ni de solo “tomar notas”; sino de pequeños rituales que te devuelvan foco, calma y una sensación de control amable sobre el día. Un minuto antes de abrir el correo, dos entre reuniones, tres al cerrar la jornada. Micro-rituales que te centran y te recuerdan que también en la oficina hay espacio para tus hobbies.

Un cambio de mirada: del “volver” al “volver mejor”

Proponte un regreso sin brusquedades. Dedica dos minutos antes de abrir el correo a vaciar la cabeza; otros dos entre reuniones para ordenar lo importante; y uno al final para cerrar con intención. Estos micro-rituales de escritura no compiten con tu productividad: la sostienen y potencian. Cuando escribes, piensas mejor. Y cuando piensas mejor, el regreso se siente menos cuesta arriba.

Cómo incorporar la escritura en tu jornada

• Al empezar: anota un objetivo del día y un gesto amable contigo (p.ej., “almorzar sin pantallas”).
• Entre tareas: lista de tres a cinco pendientes reales, nada más.
• Tras una reunión: dos ideas clave + una acción con fecha.
• Al cerrar: una línea de gratitud o un aprendizaje. Higiene mental en 20 segundos.
  

Elige el instrumento que acompaña tu ritmo

No necesitas una colección para empezar; solo una herramienta que te invite a usarla todos los días. Aquí tienes opciones —con ejemplos que encontrarás en Iguana— para que elijas según tu manera de trabajar y tu gusto estético..

Pluma estilográfica: fluidez y calma

La pluma estilográfica convierte el trazo en un hilo continuo: ideal para pensamiento profundo, diarios y notas con calma. Para empezar, un plumín Medio (M) suele equilibrar suavidad y control. Fíjate en la comodidad (peso, diámetro) y en el sistema de carga (cartucho o convertidor si buscas facilidad). Te invitamos a echarle un vistazo a nuestro artículo para elegir tu primera pluma estilográfica.

Ejemplos versátiles: Lamy Safari (ergonómica y ligera), Pilot Capless (gran relación calidad-precio), Esterbrook Niblet (compacta para llevar siempre). Si te apetece un paso más en experiencia: Montegrappa Armonia (elegante y cómoda) o Pelikan M200 (tradición y equilibrio).

Roller: facilidad inmediata

El roller ofrece una escritura fluida tipo pluma, con cero curva de aprendizaje. Perfecto para back-to-back de reuniones, anotaciones rápidas y firmas frecuentes. Buenos ejemplos: Montblanc Classique (clásico), Tibaldi Perfecta (fiable), Visconti Van Gogh (toque artístico).

Bolígrafo: listo para todo

El bolígrafo es el “siempre listo”: escribe bien incluso en papeles complicados y no se seca con el paso de los días. Ideal para listas, firmas al vuelo y documentación variada. Referentes que no fallan: Parker 51 (icónico), Caran d’Ache Ecridor (aluminio ligero), Graf von Faber-Castell Classic (sobriedad de alta gama).

Portaminas: precisión y estructura

El portaminas mantiene un trazo fino y constante, perfecto para esquemas, mind maps y revisión de cifras. Elige el grosor de mina según tu letra: 0,5 mm para detalle, 0,7 mm para escritura general. Opciones sólidas: Aurora África (equilibrio), Cross Classic Century (para trazo relajado), o si prefieres lápiz de madera premium: Graf von Faber-Castell Perfect Pencil.

Pequeñas decisiones que marcan la diferencia

Papel y cuaderno

Un papel decente evita transparencias y hace que la tinta se asiente mejor. Si usas pluma estilográfica, elige gramajes medios y superficie suave. Si tomas muchas notas rápidas, un cuaderno cuadriculado o punteado ayuda a mantener orden visual.

Tintas y recambios

Con pluma, empieza por tintas de secado medio en colores que te inspiren. Nuestra sugerencia top en tintas es Diamine, ya que tiene una variedad impresionante de colores, seca rápido, es resistente al tiempo y es de composición media, por lo que es perfecta para todos los tipos de plumines, incluyendo los asiáticos.

Con roller o bolígrafo, ten un recambio extra en el cajón: menos fricción, más continuidad. Consúltanos si necesitas un recambio para tu pieza de escritura.

Ergonomía y cuidado

La herramienta correcta no debe cansar. Ajusta el agarre sin apretar en exceso y prueba a escribir con hombros relajados. Si usas pluma estilográfica, una limpieza rápida mensual mantiene el flujo estable; con bolígrafos y rollers, revisa el clip y el mecanismo de giro o clic para que acompañen tu ritmo sin fallos.

Tu “kit de regreso” en tres pasos

1. Un instrumento, un propósito: pluma para foco personal; roller para reuniones; bolígrafo para imprevistos; portaminas para planificar.
2. Tres criterios simples: comodidad en mano, tipo de trazo (F/M para empezar) y mantenimiento (cartucho/convertidor si buscas facilidad).
3. Un color que te ancle: el acabado importa porque crea hábito. Si te gusta, lo usarás más.

Bonus: te regalamos un checklist de escritura diaria / semanal que puedes practicar 5 minutos en la oficina

▢ Objetivo de la semana + primer paso concreto.

▢ Tres ideas que no quieres olvidar (del día o de un proyecto).

▢ Mapa rápido de un problema (portaminas + dos flechas, no más).

▢ Nota para tu “yo” de mañana (cierra bucles).

▢ Una victoria y un aprendizaje.

La vuelta no tiene por qué ser brusca. Puede ser un regreso a lo que te hace bien: cinco minutos de escritura aquí y allá, y un instrumento que te lo ponga fácil. Lo demás, llega solo. Esperamos que este artículo te haya servido para un regreso placentero y para disfrutar de la escritura como un hobby que cabe —y suma— en tu jornada.

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