En la cultura japonesa, se sabe que el pino representa longevidad, buena fortuna y firmeza. Suele estar vinculado a la virtud y la longevidad, incluso a la inmortalidad. El motivo del pino se realiza aquí en chinkin, una técnica en la que se utilizan cinceles especiales para grabar un patrón en la superficie lacada. El diseño está impregnado de color aplicando una capa adicional de laca a los trazados del cincel e incrustando pan de oro o polvo de oro.